Nieves Doz, presidenta de Down Huesca

«Todo el mundo tiene un lado bueno que puede compartir»

 En Entrevistas

Existen muchos tipos de voluntariado. Hay una lista infinita de causas que necesitan gente. Entre esas opciones está el acompañamiento a las personas con discapacidad intelectual. No es un tipo de voluntariado fácil. Para realizarlo hay que llevar en la mochila una sensibilidad especial y, sobre todo, muchas ganas de aprender de las personas a las que se acompaña. Es lo que nos asegura Nieves Doz, una voluntaria de largo recorrido que preside Down Huesca.

Además de llevar las riendas de la asociación, Nieves es una voluntaria con más de tres décadas de trayectoria participativa en el ámbito social. Enfermera de profesión, la decisión de impulsar la asociación en su provincia llegó cuando uno de sus hijos nació con síndrome de Down. Según nos cuenta, en su zona apenas existían opciones y los servicios de atención tempana solo se ofrecían a partir de que los cuatro años. En ese momento, hubo un grupo de padres y madres que se empezaron a mover y decidieron ofrecer esa atención temprana, apoyo escolar y demás prestaciones que pudieran necesitar las familias. De eso hace ya 33 años.

 Además de presidir la asociación Down Huesca, es enfermera…

Sí, soy enfermera, de profesión y de vocación. Lo de prestar atención a otras personas y observar creo que ya es deformación profesional. Siempre cuento que hace años hacía guardias y no podía dedicarme todo lo que quería a la asociación, pero ahora dedico prácticamente todas las tardes.

Y por esa dedicación absoluta que tiene hacia la asociación le dieron recientemente un premio desde Plataforma del Voluntariado de Aragón…

Sí, me sentí muy bien cuando me llamaron para contármelo. Pero creo que no es un premio personal, sino que es para todas las personas que hay detrás de la asociación. Es un reconocimiento muy bueno que además da visibilidad a todo el trabajo que se realiza. La verdad es que nos hizo muchísima ilusión y agradecemos de corazón a la Plataforma del Voluntariado de Aragón que nos premiara.

Aproximadamente, ¿a cuántas personas se atiende desde la asociación?

Desde la asociación atendemos a alrededor de 120 personas repartidas por toda la provincia de Huesca. Tenemos la sede central, por decirlo alguna manera, también en Huesca, pero luego hay sedes más pequeñas en otras localidades y también hay que tener en cuenta el desplazamiento de las personas voluntarias a otros municipios. Siempre intentamos que, vivan donde vivan las familias, todas tengan las mismas oportunidades.

¿Qué acciones se están realizando ahora mismo desde la organización por la integración de las personas con síndrome de Down?

Toda nuestra filosofía es la integración. No la inclusión total, sino la máxima integración posible en la sociedad. Tenemos a unas 120 familias repartidas por toda la provincia que trabajan con la asociación a todos los niveles. Hay desde menores de 12 años hasta gente de 50 y, claro, necesitamos trabajar todos los campos de ayuda; desde personas que nos ayuden a arreglar un enchufe en un momento dado hasta apoyo para vender productos solidarios en mercadillos. Nuestra “estrategia” es de integración total.

Por lo que nos cuenta, es muy importante visibilizar que todo tipo de ayuda es necesaria para este tipo de iniciativas.

Claro, lo que nos encantaría es que nos pudiéramos juntar todos los tipos de familias a tomar un café, por ejemplo. El deseo es que la sociedad estuviera normalizada al 100%, aunque lógicamente desde hace 33 años hasta hoy ha cambiado mucho. Tampoco pedimos que las personas con síndrome de Down estén totalmente integradas en la sociedad, pero sí queremos cosas como un buen acceso al empleo y un ocio normalizado. Todo lo que sea normalizar su situación al máximo posible. Somos conscientes de que hay algunas cosas que es imposible hacerlas, como por ejemplo el deporte de alta competición, pero en otros niveles sí se puede. Y seguiremos luchando por ello.

¿Cuántas personas voluntarias colaboran en la asociación?

Tenemos muchas personas voluntarias, por ejemplo, todos los cargos de junta directiva. Después, hay un componente muy importante de estudiantes que vienen a hacer prácticas y después se quedan o personas que se ofrecen para ayudar en las distintas tareas que requiere la asociación. Ofrecemos bastantes opciones para realizar voluntariado y siempre lo tenemos cubierto.

¿Y qué dificultades presenta este tipo de voluntariado?

El voluntariado en una temática como la nuestra a veces es un poquito difícil y, de hecho, todas las personas que colaboran cuentan con un plus de sensibilidad especial porque, si no, no estarían en una organización de estas características. Como decía, el voluntariado con personas con síndrome de Down o con otras discapacidades intelectuales es más complejo.

¿Por qué es positivo realizarlo y por qué es importante darlo a conocer?

Porque cada persona que pasa por la asociación, ya sea como voluntaria o como trabajadora siempre desarrolla un enganche. Se enganchan al agradecimiento, a cómo te reciben y cómo comparten todo contigo las personas con discapacidades intelectuales. Y fíjate que tenemos todo tipo de voluntariado: desde ayuda en los pisos hasta ayuda en las actividades deportivas, pasando por ocio hasta lectura. Al final comparten juntos gran parte de su tiempo y yo creo que eso enriquece muchísimo.

¿Cree que es importante fomentar el voluntariado?

Sí, claro que es muy importante. Primero porque todo el mundo necesita de todo el mundo y tenemos que ayudarnos. Y segundo, porque se puede ayudar de muchísimas formas, cualquier persona puede ser voluntaria y tampoco hace falta dedicarle demasiado tiempo. Si todo el mundo dedicáramos un poquito de nuestra vida a acciones altruistas la sociedad sería mejor, nos daríamos cuenta de los problemas que hay y como poco a poco podríamos ir cambiándolos. Además, hacer voluntariado te aporta muchos valores y te hace ver la vida desde otra perspectiva. Estoy completamente convencida de que todo el mundo tiene un lado bueno que puede compartir con el resto del mundo.

Después de tantos años ayudando a personas con síndrome de Down, ¿qué diría que es lo más importante que nos enseñan?

Lo más importante es la lealtad y que no tienen malicia. Nunca van por detrás y tienen una lógica aplastante. Son personas muy leales y ese comportamiento destaca sobre la sociedad de hoy en día, que a veces es más rebuscada. También los pequeños detalles del día a día, como el decir “Mamá, qué buena está la comida”, que fíjate qué tontería, pero a veces ni lo decimos.

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