Salud por Derecho, Médicos Sin Fronteras y CESIDA piden al Gobierno que incremente su financiación en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. El Fondo Mundial ha pedido 18.000 millones de dólares de cara a su conferencia de donantes de septiembre en EE. UU, para los grandes retrocesos en la lucha contra las pandemias causados por la Covid-19 y la falta de financiación internacional. Según el organismo, sin una mayor financiación se perderán todas las posibilidades de acabar con las pandemias como problemas de salud pública para 2030.
El próximo mes de septiembre, el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria -el organismo internacional más grande de lucha contra estas pandemias- celebrará una nueva conferencia de donantes en Estados Unidos, hospedada por el Gobierno de Joe Biden. En ella, los gobiernos del mundo y otros actores anunciarán sus compromisos de financiación con este organismo.
El Fondo Mundial ha hecho una petición de 18.000 millones de dólares -unos 16.000 millones de euros- para los próximos tres años. Una cifra que supone un aumento del 29% respecto a la anterior ronda de financiación -en la que recaudó 14.000 millones de dólares- y que ayudará a hacer frente a los grandes retrocesos que la Covid-19 y la falta de fondos han causado en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. Según cálculos del organismo, alcanzando esa cantidad podrán salvar 20 millones de vidas, reducir un 64% la mortalidad por estas enfermedades y evitar 450 millones de infecciones, así como reforzar los sistemas de salud de los países y la preparación frente a estas y otras pandemias.
Una aportación de 180 millones
En este contexto, Salud por Derecho, Médicos sin Fronteras y CESIDA, la coordinadora estatal de VIH, han enviado una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para pedir un nuevo compromiso de España con el Fondo Mundial.
Las organizaciones firmantes piden al Gobierno que destine una aportación de 180 millones de euros para el trienio 2023-2025, estableciendo así una trayectoria de contribución creciente -en la anterior ronda de financiación España aportó 100 millones de euros-, que vaya acercando a nuestro país más cerca de las contribuciones de otros donantes europeos. En ningún caso, reclaman las organizaciones firmantes, la aportación debe estar por debajo de una cifra proporcional al aumento del 29% de las necesidades que el Fondo Mundial tiene para esos tres años.
En las últimas semanas, países como Estados Unidos o Alemania han adelantado el anuncio de su contribución. El Gobierno de Biden ha anunciado un desembolso de 6.000 millones de dólares, mientras el Gobierno alemán ha confirmado una aportación de 1.200 millones de euros. Italia y Francia aún no han hecho sus anuncios, pero en la anterior conferencia de donantes comprometieron 177 millones y 1.429 millones, respectivamente.
El impacto de la Covid-19 en la lucha contra las pandemias
El sida, la tuberculosis y la malaria siguen causando alrededor de 3 millones de muertes al año. Acabar con estas pandemias como problemas de salud pública para 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En las últimas décadas los progresos habían sido enormes; sin embargo, la falta de financiación internacional y la llegada de la Covid-19 están alejando ese objetivo.
“La crisis global ha debilitado el trabajo que se viene realizando para hacer frente a estas pandemias y ha puesto en peligro los avances de los últimos años”, señala la carta. “Asimismo, ha expuesto la fragilidad de los sistemas de salud y el papel imprescindible que los sistemas formales y comunitarios tienen a la hora de prevenir, detectar y responder a enfermedades con potencial pandémico”.
El Fondo Mundial -que proporciona el 25% de toda la financiación internacional para programas de VIH, el 75% para tuberculosis y el 56% para malaria- lo alertó en su último informe de resultados. En VIH, por ejemplo, se comprobó un descenso del 22% en las pruebas de detección respecto a 2019 y una reducción en un 11% en los servicios de prevención, especialmente para las poblaciones clave y en más riesgo de infección: niñas y mujeres adolescentes, hombre que tienen sexo con otros hombres, población trans, personas encarceladas y usuarios de drogas.
Un caso similar se da con la tuberculosis: en 2020, por primera vez en más de diez años, aumentó el número de muertes. En los países en los que trabaja el Fondo Mundial, el número de personas bajo tratamiento ha descendido también respecto a 2019: un 18% para la tuberculosis normal; un 19% para la tuberculosis resistente a los medicamentos y un 37% para la cepa extremadamente resistente.
“Este es el motivo por el cual las previsiones de necesidades de financiación del Fondo Mundial para el periodo 2023-2025 se han incrementado”, recuerda la misiva. Por eso, dicen las organizaciones “es fundamental que España continúe e incremente su compromiso”, apoyando programas que reforzarán los sistemas nacionales de salud y que cuentan con enfoques de igualdad de género, de derechos humanos y de empoderamiento de los colectivos más vulnerables; y demostrando, además, que “España está a la altura de su responsabilidad internacional con la salud global”.
Desde la creación del Fondo Mundial, en 2002, ha salvado 44 millones de vidas y ha reducido el número de muertes por las tres enfermedades en un 40 %, invirtiendo alrededor de un cuarto de su presupuesto anual -1.000 millones de dólares- en reforzar los sistemas sanitarios de los países donde está presente. Pero con el progreso perdido a causa de la pandemia y los nuevos retos de salud, las necesidades de recursos han aumentado. «O aumentamos el financiamiento o abandonamos toda esperanza de derrotar definitivamente a estas epidemias para 2030″, afirmaba hace unas semanas Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial. |