Cinco grandes cortos
Por Coché Echarren
Se acerca la X Muestra de Corto Social que organiza la Plataforma del Voluntariado de España. El próximo 10 de junio, en la sala de la Academia del Cine, se podrán ver cinco estupendos cortometrajes de temática social y se entregarán los premios Danzaire que este año se han otorgado a la actriz Marta Nieto y al director e intérprete Eduardo Casanova por su implicación en causas sociales. La gala será conducida por la actriz Asaari Bibang y el periodista Elio Castro. Pero sin duda, el protagonismo de la tarde gira en torno a los cinco cortos que se proyectarán en esta esperada edición.
La pregunta de un niño es el punto de partida del corto Imposible decirte adiós, dirigido por Yolanda Centeno, e interpretado por Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Ruth Gabriel y Darío Ibarra. La cinta aborda un tema que hasta ahora no se había tratado en las pantallas: la indefensión en que se encuentran las personas que han cuidado a los hijos e hijas de sus parejas, cuando llega la separación. ¿Qué ocurre en ese momento con la relación que se ha creado entre la segunda pareja y las criaturas? ¿Por qué se trata este vínculo como si nunca hubiera existido? La directora y guionista refleja el drama que provoca este conflicto familiar silenciado por la sociedad. Estas personas a menudo han visto crecer a los hijos e hijas de su pareja y han generado una relación sólida y definitiva. “En mi opinión lo peor es para los niños y niñas. Y es un tema sobre el que apenas hay reflexión. Muchas personas cercanas me han confesado que nunca se han parado a pensar en ello pese a estar inmersos en una situación familiar como esta”, comenta Centeno.
La idea de la cineasta parte de su experiencia personal. Ella convive con el hijo de su pareja, Jesús Luque (coguionista del cortometraje). Un día el niño le hizo la gran pregunta: “¿Si te separas de mi padre, podré seguir viéndote?”. La cinta, seleccionada entre las mejores de esta X Muestra de Corto Social, es el anuncio de lo que promete ser una larga y brillante trayectoria. La directora estrenará pronto su primer largometraje, Tras el verano. Por su parte, Imposible decirte adiós ha sido seleccionada en festivales internacionales como el Shanghái Internacional Film Festival, en numerosos certámenes españoles, y ha ganado premios como el Skyline Benidorm Festival 2022.
Una conversación demasiado imposible
El cortometraje No me da la vida, dirigido por Alauda Ruiz de Azúa, presenta a cuatro amigos que juegan al mus y charlan. Hasta ahí nada especial, pero cuando el espectador escucha sus temas de conversación los reconoce como si los hubiera oído mil veces… solo que en boca de mujeres. ¿Por qué lo que dicen sobre sus vidas estos cuatro hombres es solo “cosa de madres”? El corto muestra a cuatro padres que no duermen, que se ocupan de todo lo que tiene que ver con el día a día de sus hijos e hijas (desde dónde está la camiseta de fútbol a cómo se limpia el biberón) y que, para un día que consiguen reunirse, no pueden terminar su juego por llamadas de la prole o sus mujeres. La escena representa “el día a día de la madre trabajadora”, señala Ruiz de Azúa. El guion ha sido escrito por ella y Virginia Mosquera. “Las dos consideramos que es mejor hablar las cosas con un poco de sentido del humor”.
La pieza está interpretada magistralmente por los actores Luis Callejo, Chani Martín, Iñaki Ardanaz y Andrés Gertrudix. Callejo asegura que este trabajo le ha transformado en cierto modo: “Creo que soy un poquito menos machista y acomodado de lo que era antes de rodar”. Alauda Ruiz de Azúa acaba de estrenar con gran éxito su primer largometraje, Cinco Lobitos, un film en el que aborda las relaciones familiares, sobre entre madres e hijas, que ganó cinco premios en la pasada edición del Festival de Málaga, incluida la Biznaga de oro a la mejor película y que se perfila ya como una de las grandes películas españolas de este 2022.
¿Qué pasa si hablamos de salud mental?
Somos vulnerables de padecer algún trastorno mental a lo largo de la vida. Y convivimos, aunque a menudo sin enterarnos, con personas que se tienen que medicar para poder formar parte de la normalidad social. Existe una gran desinformación acerca de lo que forma parte de la realidad cotidiana de cualquier grupo social: los problemas de salud mental. En los 12 minutos de Votamos y en un solo plano secuencia, se muestra de forma magistral cómo un grupo de personas que son vecinas aparentemente coherentes y solidarias, se niega a contar entre las personas inquilinas con alguien que padece un trastorno diagnosticado. Aunque, sin saberlo, convivían ya con otra persona que lo padecía. Santiago Requejo dirige esta cinta, nominada en la pasada edición de los Goya y galardonada con más de 30 premios en festivales, cuyo punto de partida es una historia real: la de una persona con problemas mentales al que un propietario le negó el alquiler de un piso por presiones de terceras personas. “Cuando oí esa historia me quedé en shock. Pero luego le di vueltas y me di cuenta de que probablemente yo hubiera hecho lo mismo que las personas propietarias en esa situación. Me sentí bastante mal porque hasta ese momento yo me consideraba tolerante, coherente y abierto”. Esta reflexión le hizo ser consciente de la `fobia social´ que viven cada día las personas diagnosticadas. “Hay muchísimos prejuicios con este tema”.
El elenco de actores que participan en la cinta es otro de los lujos: Miriam Díaz Aroca, Neus Sanz, Charo Reina, Teresa del Olmo, Alberto Chaves, David Tenreiro y los hermanos Agustín y Fernando Ustarroz y Raúl Fernández de Pablo. Este último decidió hablar, cuando se estrenó el cortometraje, de sus propios problemas: “He pasado un año psicológicamente muy difícil. Es algo que no nos atrevemos a compartir. Nadie se lo piensa si tiene que decir que no puede ir de cañas porque tiene gripe. Pero no nos atrevemos a decir que el problema es de salud mental. Ojalá pudiéramos responder cuando alguien nos pregunta qué tal estamos: `pues en terapia´”. También la actriz Neus Sanz se siente especialmente vinculada con la temática pues ha trabajado durante años como voluntaria en diferentes proyectos de salud mental. “Estamos viviendo una revolución con este tema: la gente está cansada de esconderse. Lo que ha pasado recientemente con Verónica Forqué ha hecho despertar muchas conciencias. Ella tenía un problema de salud mental: la depresión”. La actriz termina añadiendo: “Ojalá que el cortometraje nos haga reflexionar. Porque estamos hablando de algo que cualquier día nos puede pasar o a alguien cercano”.
Soledad absoluta dentro de la familia
Gerard Oms ha dirigido Inefable, un corto que narra “la historia de un hermano y una hermana que tienen que hacer frente a una situación familiar complicada”. Oms añade que “los problemas son peores en las clases sociales no adineradas”. El cortometraje, que ha obtenido el primer premio del concurso Danzante Iberoamericano del festival de Huesca, fue rodado en tres planos-secuencia. “Mi formación es de actor y para mí era muy importante facilitar el trabajo de interpretación. Por eso quise permitir que el actor y la actriz principal pudieran trabajar el arco dramático en una sola escena, que no hubiera cortes a la interpretación”. El impecable trabajo de Mateo Rodríguez y María Rodríguez Soto narra la relación entre hermano y hermana (él sordo y enganchado a los vídeo juegos) que están pasando por un momento familiar difícil. El director se inspiró en su propia adolescencia: “Cuando yo tenía 14 y 15 años había una falta de comunicación enorme en mi casa. Y cuando no podía más solía escapar y salía a andar y correr”. El rodaje comienza en un interior y sigue después la huida del adolescente por la calle. “Fue un rodaje muy complicado. Todo el equipo trabajó desde el amor más profundo. Sin eso, no hubiera sido posible”. Gerard Oms comenzó su carrera de la mano de Isabel Coixet. Este es su primer corto. La revista Caimán Ediciones (Cahiers du Cinéma) lo ha incluido entre los quince mejores del año.
Bombas sobre inocentes sueños
El cortometraje seleccionado que ha sido dirigido por Manu Gómez, el realizador del largometraje Érase una vez Euskadi, narra unas horas en la vida de dos niñas palestinas: Nur y Abir, interpretadas por Muna Ghadia Ghodaieh y Yara Mhanna Mhanna, que dan nombre a la cinta y a las dos protagonistas. Dos niñas que fantasean con ir a bañarse a la playa por primera vez, ajenas al conflicto político que se cierne sobre sus vidas. El corto, que se financió gracias al crowdfunding, muestra el contraste entre las ilusiones infantiles y la realidad política de Palestina. La historia de Nur y Abir se sitúa en Gaza en 2014, en el tiempo que precedió a los terribles bombardeos que sufrió la población.
El corto fue galardonado con el premio del público en el pasado Festival de Cine de Huesca y muestra lo que pocas veces nos paramos a pensar: que detrás de los enfrentamientos bélicos y los conflictos políticos que sesgan vidas, hay personas, especialmente menores, con ilusiones y sueños simples e inocentes. Ajenos a un poder que destrozará sus esperanzas.