Un voluntariado que educa para entender las emociones
¿Por qué algunas personas parecen dotadas de un don especial que les permite vivir bien, aunque no destaquen por su inteligencia? ¿Por qué no siempre el alumnado más inteligente termina siendo el más exitoso? ¿Por qué unas personas son capaces de enfrentar contratiempos, superar obstáculos y ver las dificultades bajo una perspectiva distinta? La asociación Injusalud, da respuesta a ello en esta información.
Según Daniel Goleman (1995), las respuestas a dichas preguntas están en la Inteligencia Emocional (IE), es decir, aquella que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de las demás personas, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo o adoptar una actitud empática que nos brinde mayores posibilidades de desarrollo personal.
Existen evidencias de trabajar la IE desde una edad temprana influye positivamente a la hora de identificar, normalizar y aceptar nuestras emociones y las de los demás. En un estudio longitudinal de Garaigordobil (1999b; 2001; 2002; 2004b; 2012) se realizó una revisión de cinco programas de IE implementados en población infantil y juvenil. Los resultados demostraron la eficacia de dichos programas para un amplio conjunto de objetivos de desarrollo socioemocional: respeto por las normas de la sociabilidad, autocontrol de los impulsos, conductas asertivas en la interacción con las demás personas, conductas prosociales y estrategias cognitivas de interacción social asertivas, entre otras. Estos resultados apuntan en la misma dirección que otras investigaciones, que ponen de relieve los efectos positivos de este tipo de experiencias que combinan técnicas de dinámica de grupos en el contexto de la infancia y la juventud que promueven comunicación, cooperación, confianza, respeto a la diversidad, etc.
En Injusalud, se afirma el valor de trabajar la inteligencia emocional. Sus expertas voluntarias han realizado charlas sobre inteligencia y gestión emocional en distintos centros educativos de la provincia de Granada como: CEIP Tierno de Galván de Armilla, Colegio Vocacional Diocesano San Fernando de Granada, IES Arjé de Chauchina o el IES Fernando de los Ríos de Fuente Vaqueros.
El trabajo consistió en enseñar al alumnado a identificar y expresar las emociones. Una cuestión esencial a la hora de desenvolvernos de manera eficaz en cualquier entorno y, sobre todo de cara a evitar que nuestras emociones nos dominen. El objetivo principal de este tipo de charlas es entender las emociones propias y las de las personas con las que nos relacionamos. En definitiva, identificar nuestras emociones es el primer paso para comprendernos y comprender al resto.
El alumnado se mostró muy implicado en las actividades y demostró tener conocimientos y habilidades para transitar en el mundo de las emociones.
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