Entrevista a Pablo Tovar

“Soy quien soy gracias a mi accidente”

Pablo Tovar es psicólogo y campeón Nacional de esquí adaptado. En la Escuela de Otoño de León, hace unas semanas, consiguió emocionar a todo un auditorio con su testimonio: a los 21 años tuvo un accidente de moto que le dejó en silla de ruedas y le hizo cambiar completamente su vida. 

 En Entrevistas, PVE
Pablo Tovar durante su ponencia en la XXIII Escuela de Otoño del Voluntariado

Por Talía Estévez

Pasó de ser estudiante de ADE a adentrarse en el mundo de la psicología. Está especializado en emociones y además de llevar una consulta, realiza charlas sobre la materia ante distintos públicos. El deporte, que asegura le rescató del bache en el que se encontraba, es su gran pasión prueba de ellos son sus medallas en distintas disciplinas. 

Su diagnóstico médico asegura que dispone del 30% de su movilidad pero él asegura no ser más discapacitado que personas que tienen el 100%. “Hay quienes teniendo el total de su movilidad disponible, no saben aprovechar sus posibilidades. A nosotros nos llaman discapacitados, pero no lo creo, yo soy capaz de aprovechar al máximo mi tercio de la movilidad”.

Como psicólogo una parte muy importante de tu trabajo son las emociones y los sentimientos. ¿Cuál es la diferencia entre emociones y sentimientos?

La emoción es el bruto, lo básico y hay cinco principales: alegría, miedo, tristeza, ira y sorpresa. La emoción es una reacción explosiva que no procesamos ni interpretamos. Un sentimiento es cuando pensamos una emoción, el momento en el que la racionalizamos. Sin las emociones no podremos vivir, son parte de nuestra supervivencia como seres humanos.

Distintos estudios afirman que en la actualidad hay un incremento importante del consumo de ansiolíticos y antidepresivos… ¿a qué crees que se debe?

El mayor problema de la sociedad es que evitamos las emociones y esto hace que se dispare el consumo de ansiolíticos. El hecho de no enfrentarte a ciertas tristezas u otras emociones hace que dejamos los duelos sin cerrar.  ¿Qué pasa con esto? pues que a base de ansiolíticos nuestros duelos se quedan dormidos, pero siguen estando porque no  los afrontamos.

En un proceso de ansiedad o depresión la medicación debe ser una muleta, una ayuda que acompañe durante la terapia psicológica que es la que realmente nos ayuda a resolverlo. Afortunadamente ahora mismo se está erradicando el tabú de ir al psicólogo. Antes era una cosa “para locos”, ahora hay concienciación y se ve al psicólogo como una persona en la que apoyarte con una visión objetiva y alejada de tu entorno.

Durante tu ponencia en la Escuela de Otoño hablaste de la escritura como medio para apaciguar traumas…

Así es, la escritura te permite hablar contigo mismo, exteriorizar lo que piensas y sientes. Dedicar 15 o 20 minutos diarios durante 5 días a escribir sobre tu trauma, vas a conseguir sacar tus pensamientos, van a dejar de rumiar en tu cabeza. Es un recurso con el que expresar tus ideas y ponerlas en orden.

No solo funciona para cosas negativas, al final es un “diario” con el que desarrollar tu autoconocimiento que te ayuda a diagnosticar tus sentimientos, ya sean positivos o negativos. También es muy valioso releer lo que escribes para ver de qué manera evoluciona tu visión sobre ese trauma o sentimiento.

Una de tus teoría es que las personas necesitamos estar tristes ¿por qué?

La tristeza tiene un momento de recogimiento. Tiene una función de reflexión y de reconstrucción de nuestra realidad, es retrospectiva: nos deja darle una vuelta de tuerca a lo que nos pasa. Habitualmente la tristeza viene acompañada de llanto que es muy sanador. Llorar nos permite desahogarnos, nos hace sentir liberados. Si huimos de la tristeza y del llorar, ese problema se queda latente y no nos deja en paz. Es como un dedito en la cabeza que te dice “eh, que estoy aquí”.

¿Somos cada uno somos dueños de nuestro destino? 

Responsables porque somos quienes decidimos qué hacer con la realidad que nos rodea. Ante una persona que viene hacia mí y me insulta soy yo quien decido si devolver el insulto, decirle que no me gusta su comportamiento o directamente apartarme y evitarlo. Deberíamos de que sentirnos responsables de nuestro bienestar. Ese es el principal problema de la sociedad que siempre tiramos plato fuera y culpar a otras personas. Es necesario mirar en en tu interior para adaptarte y estar bien. Ahí por ahí una frase que dice “Si quieres cambiar el mundo empieza por ti mismo”. Esa tiene que ser la base de todo.

¿Este conocimiento tan profundo de la psicología qué porcentaje se lo debes de estudio y cuál otra a la vivencia personal? 

A ver los libros hacen mucho, pero si no plasmas tu vida en lo que estudias no sirve de nada. Al final mi experiencia vital fue la que hizo que yo dejase el mundo de las empresas y que me pasase a un mundo mucho más humano como es el de la psicología.

¿Hasta qué punto se puede conocer de un campo sin vivirlo?

Hay una frase que me gusta mucho y que creo que define esto muy bien “Nadie escarmienta en cabeza ajena”. Es totalmente cierto, si experimentas algo vas a ser capaz de definirlo y conocerlo muy bien. Pero no es imprescindible porque existe la empatía, el ponerse en la situación del otro. El problema es que por lo general somos poco empáticos, vamos con los burros, mirando para delante y no vemos lo que nos rodea.

Además de psicólogo profesional, de las charlas sobre emociones y sentimientos; Pablo Tovar tiene algo que le llena mucho más que cualquier otra cosa en el mundo: el deporte. Con pasión ha conseguido el campeonato de España de esquí adaptado y romper todas las barreras que un día se le pusieron en frente, al perder la movilidad de sus piernas.

¿Qué significa para ti el deporte?

El deporte lo es todo, fue y es la clave de mi recuperación anímica y mental. La psicología me ha servido para poner ideas en mi cabeza pero mi herramienta básica en la vida ha sido el deporte. Creo que es algo que debería hacer todo el mundo de forma obligatoria, bajo prescripción médica.

¿Cómo te enfrentas a las carencias de accesibilidad con las que te encuentras?

Si tu entorno no está adaptado no te queda otra que adaptarte tú. Yo tengo una circunstancia muy buena porque soy independiente y me busco las habichuelas. Pero es cierto que muchas veces es muy complicado y te encuentras con verdaderas faenas. Yo intento no tomármelo muy en serio porque si no terminas cabreado con las vida. Siempre me gusta reclamar y visibilizar los problemas que hay pero sin enfadarme.

Es complejo de preguntar, e imagino que también de responder… ¿pero si pudieras volver atrás volverías a tu vida de antes del accidente?

Hay que buscar un porqué a lo malo que te pasa. Muchas veces lo he comentado con mi familia, igual si no hubiera tenido el accidente, lo mismo en quince días tenía otro peor… nunca se sabe. Cuando te pasa algo así es necesario que buscar un para qué, buscar todas las posibilidades que se te presentan.

Soy quien soy actualmente gracias a mi accidente y he llegado a donde estoy hoy, a esta gestión de mis emociones y de mis sentimientos gracias a lo que he pasado. Ahora, si me preguntarías si lo cambiaría o no, pues no lo sé. Lo que tengo claro es que esto no se lo deseo a nadie, aunque yo haya conseguido adaptarme y salir adelante. Sí que es cierto que da vértigo mirar para atrás y pensar en los “y si…”.

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