Piden a la ONU mejorar la situación de mujeres con adicciones en prisiones
UNAD, La Red de Atención a las Adicciones, ha trasladado a las Naciones Unidas la situación que sufren las mujeres drogodependientes dentro de las prisiones españolas en un evento celebrado en Viena con objeto de dar a conocer su realidad desde un enfoque de derechos humanos.
UNAD ha organizado este evento gracias al reconocimiento de Estatus Consultivo que sustenta por parte del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas-ECOSOC, que permite también participar a la sociedad civil en la Comisión de Estupefacientes de forma activa, proponiendo y formulando propuestas en favor de las personas con adicciones, sus familias y sus comunidades.
El perfil de la mujer con adicciones en prisión
El perfil de la mujer en prisión con adicción tiene una edad media de 41 años, nacionalidad española (83% de los casos) y estudios primarios. Según ha indicado el coordinador de la Comisión de Políticas Globales de UNAD, Pedro Quesada, una de cada tres tiene alguna enfermedad mental diagnosticada, un 12,3% tiene reconocida discapacidad física y el 5% discapacidad intelectual. Además, una de cada seis mujeres no cuenta con un recurso habitacional donde ir para cuando salga de prisión.
En cuanto a su entorno, procede de una familia numerosa donde sus ascendientes presentan estudios inferiores a la primaria y en la mayoría de los casos cuentan con menores a su cargo. También tienen pareja, la cual se encuentra en prisión en el 71% de los casos.
Además, un dato relevante es que el 74,8% de las mujeres encuestadas manifiesta haber sufrido alguna vez en su vida malos tratos físicos y el 80,6% malos tratos psicológicos. En lo que se refiere a abusos o agresiones sexuales, el 45,3% de las mujeres los han padecido en alguno o varios momentos de su vida.
Peticiones
El nivel de vulnerabilidad es mayor en mujeres que en hombres, así como el nivel de peligrosidad de la mujer es menor. Ante esta realidad, Pedro Quesada ha manifestado la necesidad de poner en marcha planes específicos que incorporen la perspectiva de género en sus intervenciones lo que evitará que las mujeres se sientan discriminadas.
Por otro lado, ha urgido a aplicar como norma general el régimen abierto incidiendo en las graves situaciones de partida, así como trabajar con cada mujer en su itinerario de inserción laboral para que el acceso al mercado laboral sea igualitario. De igual manera, ha pedido que tras su puesta en libertad, se aborden las situaciones de violencia que han vivido estableciendo protocolos de detección de casos y coordinación con las instituciones especializadas.