Entrevista a Paco Panalés, trabajador social de la Asociación Betania

«Música y cine nos han ayudado a incorporar la perspectiva de género»

Betania nació hace 30 años fruto de una iniciativa voluntaria de un grupo de personas preocupadas por los problemas derivados de las adiciones. La forma de trabajar y las propias adicciones han variado mucho en este tiempo pero el objetivo de la asociación es el mismo: prevenir las adicciones, rehabilitar y reinsertar en la sociedad a personas con adicciones.

 En Entrevistas, PVE
Por Talía Estévez

Tres décadas después de su nacimiento el escenario ha cambiado; están más presentes que nunca las adicciones sin sustancia y la patología dual, – cuando una persona además de tener una adicción tiene problemas de salud mental-. En este contexto de cambio, ha sido necesario incorporar nuevos métodos de trabajo. Ejemplo de ello es la incorporación de programas que tengan en cuenta a las mujeres con problemas de adicciones que han estado tanto tiempo olvidadas. Betania las ha rescatado de ese olvido y el Ayuntamiento de Cehegín ha sabido reconocerlo con un premio en el Día Internacional de la Mujer.

¿Qué labor hace Betania en la Región Murcia?

La asociación Betania trabaja en el campo de las adicciones y la exclusión social. Contamos con un servicio de comunidad terapéutica para personas con adicciones con dos tipos de tratamiento, el residencial y el ambulatorio que realizamos en nuestros Centro de Día.

Por otro lado hemos puesto en marcha el Programa SIFA para información, orientación e intervención en adicciones en el que entre otras actuaciones llevamos acabo sensibilización en centros de educación secundaria y atención familiar. Además, contamos con el programa “Empleo con Apoyo”. En él trabajamos con personas en situación o riesgo de exclusión además de nuestras personas usuarias.

¿En qué situación está la región respecto a las adicciones?

La Región de Murcia cuenta con casi 400 locales de apuestas, la mayor proporción por habitante de España y de Europa, y su actividad engancha cada vez a personas más jóvenes donde a menudo va asociado al consumo de alcohol y cocaína. A nuestro parecer este es un elemento crucial en el análisis de la situación de las adicciones en la Región de Murcia. Empiezan muchos más casos de ludopatía y de adicciones asociadas a misma.

¿Qué ha supuesto para Betania el reconocimiento por parte del ayuntamiento de Cehegín?

Ha supuesto una agradable sorpresa, así como un estímulo para seguir avanzando. La puesta en marcha de nuestro plan de igualdad, con el que hemos introducido la perspectiva de género en los distintos proyectos que llevamos a cabo, ha sido muy visible en el municipio y este reconocimiento del Ayuntamiento supone una gran satisfacción para la entidad.

La desigualdad de género en el ámbito de la atención a las adicciones es total, ¿cuéntanos por qué?

Existe una dificultad para que las mujeres accedan a recursos de atención residenciales debido, probablemente, a un diseño androcéntrico de los mismos que no tiene en cuenta las necesidades diferenciales de ellas.

La construcción tradicional de la masculinidad anima que los varones desarrollen con mayor facilidad conductas de riesgo lo que provoca que haya un número mayor de muertes por intoxicación aguda de drogas, de accidentes de carretera o de problemas con la justicia. En el caso de las mujeres debido al estigma social que acarrea, suelen ocultar su adicción consumiendo en muchos casos alcohol en casa.

Adicciones y violencia de género son dos variables que en las que se observa una alta confluencia. Prácticamente todas las mujeres con adicciones sufren o han sufrido violencia de género y los centros, generalmente, no cuentan con formación específica en la materia.

¿Cómo estáis trabajando la igualdad de género en las personas con adicciones?

Hemos implementado un taller con carácter permanente sobre género y adicciones en el que trabajamos el proceso de construcción social de la masculinidad y la feminidad. En relación con los contenidos, trabajamos la prevención de relaciones tóxicas, la paternidad, corresponsabilidad doméstica, violencias machistas, mitos del amor romántico, resolución no violenta de los conflictos, los cuidados, etc.

Y desde el punto de metodológico hemos introducido un elemento como es el cine y varias de las sesiones se llevan a cabo a través de la técnica de cine-fórum. Películas como: El amor de Tony, Tren a Busan, Una pistola en cada mano o Mujeres del siglo XX, son recursos en los que nos apoyamos para trabajar, concretamente, las masculinidades alternativas igualitarias. La música también está presente; analizamos letras de diferentes canciones buscamos percatarnos del tipo de relaciones amorosas que se representan y de sus implicaciones en un posible devenir de relaciones tóxicas.

La igualdad de género no solo la lleváis a cabo en la intervención, sino que vuestra asociación tiene una estructura y funcionamiento basada en la equidad ¿no es así?

A nivel interno hemos iniciado una serie de medidas vinculadas con la reforma de los estatutos de la asociación de cara a garantizar presencia equilibrada de mujeres y hombres en la Junta Directiva, la transparencia en las promociones internas y mejoras salariales, introducción de medidas de conciliación con la vida personal y familiar, formación interna en materia de igualdad de género, etc.

Uno de los programas que desarrolláis está enfocado a la reinserción sociolaboral, ¿con qué barreras se encuentran las personas con adicciones cuando quieren volver a la vida laboral?

En muchos casos el principal problema es la adicción, por lo que una vez que está controlada y estabilizada se puede iniciar su proceso de inserción laboral. El principal peligro puede ser una recaída, para ello desde el proyecto de comunidad terapéutica se facilita un seguimiento continuado en el tiempo, una vez concluido el tratamiento.

Es cierto que cuando además de adicción hay asociadas otras circunstancias que repercuten en una baja empleabilidad y en una situación de vulnerabilidad social, el proceso de inserción socio-laboral precisa de un recorrido mayor y coordinación con los recursos de su localidad de origen.

Este año Betania cumple 30 años… ¿cómo han cambiado las adicciones en estas tres décadas?

Uno de los principales cambios estriba en el incremento de personas con problemas de salud mental además de las adicciones, lo que se denomina patología dual, para lo cual no hemos ido reciclando a través de formación continua llevada a cabo en nuestra asociación para conocer mejor esta realidad y adaptar las intervenciones psico-educativas.

Betania surgió del esfuerzo y trabajo de un equipo voluntario… ¿qué papel ocupa actualmente el voluntariado dentro de la asociación?

Pues ocupa claramente un lugar destacado y valioso, y su contribución es muy positiva para nuestro proyecto. Actualmente contamos con voluntariado que desarrolla talleres dirigido a las personas participantes o apoyo a determinadas actuaciones en programas como el de “Empleo con Apoyo”. También contamos personas que acuden muy gustosas a nuestras demandas de colaboración en situaciones puntuales.

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