Desde la ONGD Taller de Solidaridad (TdS), a través de su marca de ropa ética Ropa Hecha con Amor, se han propuesto contribuir a paliar los efectos de esta crisis sanitaria con una mascarilla ética y estética, en la que lo visible es tan importante como lo que no se ve.
Estética porque cuenta con un esmerado diseño. Porque ha sido confeccionada con mimo en un tejido homologado de una sola capa. Y porque se han cuidado los detalles para que resulte vistosa, atractiva, fresca y ligera. Más fácil de llevar con las altas temperaturas del verano.
Ética porque da trabajo a mujeres para las que acceder a un puesto de trabajo se ha convertido en una carrera de obstáculos. Ética porque colabora en la relocalización de la producción textil en España. Porque contribuye a un menor impacto medioambiental, ya que se puede reutilizar, hasta el punto de que cada una equivale al uso de 30 desechables. Y porque aporta donaciones de mascarillas a proyectos solidarios en la zona en la que cada persona la compre.
Higiénicas y reutilizables, soportan un máximo de 30 lavados manteniendo el porcentaje de filtración bacteriana mínimo exigido por la regulación europea, con lo que contribuyen a generar menos residuos. Ofrecen una gran protección y durabilidad como sinónimos de responsabilidad social y medio ambiental.
Y ya están disponibles en varias tallas de adulto e infantil a través de su tienda online https://tienda.tallerdesolidaridad.org/.
Unas mascarillas éticas y estéticas que pretenden aunar la solidaridad, la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y el desarrollo económico, priorizando siempre a las personas, con las mujeres en primer plano.
‘Proyecto hilandera’
Taller de Solidaridad confecciona estas mascarillas en ‘Proyecto Hilandera’, un taller textil ético de promoción social situado en el barrio malagueño de la Carlinda. Nace de la apuesta de tres entidades sociales como la propia ONGD Taller de Solidaridad, la Congregación Siervas de San José y la Fundación Marcelino Champagnat. Para dar formación y empleo a mujeres en situación de vulnerabilidad de otras barriadas y poblaciones de alrededor.
Hasta el momento, seis trabajadoras, con el apoyo del personal técnico de las entidades, están fabricando estas mascarillas únicas, cosidas con mimo y diseñadas con esmero. Cuentan con una sola capa y no necesitan filtro, por lo que son más confortables y ligeras para este verano. Además, están elaborados con tejido homologado, con certificación en base a la normativa UNE0065/2020 y tienen una eficacia de filtración bacteriana superior al 95%.
Con la producción de estas mascarillas, la marca de ropa ética Ropa Hecha con Amor quiere mostrar que es posible reinventarse en situaciones de crisis y dar respuesta a una doble necesidad social como la de contener la pandemia y seguir mejorando la vida de las mujeres a través del acceso a un empleo digno.
Además, pretende convertirse en una herramienta de transformación social y en una alternativa textil ética con procesos de producción más humanos y sostenibles, y un consumo responsable.
