El Voluntariado tutelar ante el COVID-19

 En Breves, PVE

La Asociación Española de Fundaciones Tutelares (AEFT) ha tratado la gestión del voluntariado tutelar ante la pandemia del Covid-19.

Para ello reunió telemáticamente a responsables de voluntariado y personas voluntarias tutelares de su red de entidades. Asimismo, se contó con la participación de la Plataforma del Voluntariado de España (PVE) y la Asociación A Toda Vela.

En este encuentro, que contó con la asistencia de casi un centenar de personas, se presentó la guía para la gestión del Voluntariado Tutelar ante el COVID-19, realizada por la AEFT.

Por parte de la PVE, su coordinador económico y licenciado en Derecho, Juan Manuel Rodríguez, explicó que ante esta situación “no hay una normativa específica para la acción voluntaria, más allá de obligarnos a coordinarnos con los Servicios Sociales en este momento”.

A ello sumó que las obligaciones respecto a la seguridad y las medidas de prevención son las mismas que para la población en general.

Asimismo, el experto de la PVE explicó que se debe seguir atendiendo a la Ley 45/2015, de 14 de octubre, de Voluntariado. Establece que las personas voluntarias tienen derecho a recibir de las entidades de voluntariado: formación, información y los medios materiales necesarios para la acción voluntaria. En esta situación, las entidades de voluntariado serán las responsables de que las personas voluntarias puedan ejercer su acción. Para eso tendrán que darle la formación sobre la tarea que va a acometer. En las dificultades que se vaya a encontrar o en las medidas de higiene y seguridad que se deriven del COVID-19.

Rodríguez indicó la obligación de las entidades de proporcionar los medios materiales necesarios. Fomentar el “televoluntariado” cuando sea posible y continuar manteniendo las prácticas de acreditación de las personas voluntarias. Y mantener vigentes los seguros de voluntariado, entre otras cuestiones.

Por su parte, Isabel Guirao, co-fundadora de A Toda Vela, habló de la importancia del voluntariado para seguir manteniendo los vínculos que han construido las personas con discapacidad intelectual. “La principal causa de felicidad son las relaciones interpersonales. En este sentido, con el coronavirus, nos han cerrado la comunidad, pero la mayoría nos hemos refugiado emocionalmente,” explica. Y hace referencia a los espacios virtuales, videollamadas y otro tipo de contactos que han aflorado en este tiempo.

Este seminario, que se enmarca dentro de los espacios de conversación que está creando la organización para dar respuesta a las necesidades y expectativas de la red de Fundaciones Tutelares, se realiza dentro del programa de Fortalecimiento, con cargo al 0,7% del IRPF.

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