Casi 2,5 millones de personas en España tienen un empleo y son pobres, según Cáritas

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Presentación del informe de Economía solidaria. / Cáritas

Cáritas Española presentó el 7 de octubre (coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente), el Informe Economía Solidaria 2019, que se publica bajo el título “Economía y Personas: Trabajar por lo que es justo“, junto a un estudio de la Fundación FOESSA sobre el tema “Vulneración de derechos: Trabajo decente”.

La presentación corrió a cargo de Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas; Raúl Flores, coordinador de Estudios y secretario técnico de FOESSA, y Francisco Lorenzo, director de Acción Social.

Al sacar a la luz simultáneamente ambos documentos, Cáritas pretende poner el foco los esfuerzos desarrollados por el conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas del país. En un mercado de trabajo caracterizado por una creciente inestabilidad y precariedad para acompañar a las personas en situación de mayor vulnerabilidad laboral.

La realidad de ser trabajadores y ser pobres afecta a casi 2,5 millones de personas (13% de personas con trabajo), según se desprende del estudio de FOESSA.

El “Focus” de FOESSA sobre vulneración de derechos en el ámbito laboral analiza en qué medida la alerta sobre el aumento de la precariedad y la inseguridad laboral lanzada hace poco más de un año en el VIII Informe FOESSA se está asentando en nuestro mercado de trabajo. Y provocando, en palabras de Raúl Flores, que “una parte de los trabajadores se vean privados sistemáticamente del derecho a un trabajo decente”.

Así, se reflejan en el estudio cuestiones como que el trabajo indefinido y a tiempo completo es hoy en día una quimera para cerca de cuatro de cada diez trabajadores (34,6%). Un amplio porcentaje de población que no se encuentra dentro de la norma social de empleo, es decir; que no trabaja las horas que le gustaría ni durante los periodos de tiempo que querría, viendo claramente vulnerado su derecho a un trabajo digno.

Asimismo, la inestabilidad laboral grave alcanza a 7,8 millones de personas que viven en hogares donde su sustentador principal mantiene una relación muy insegura con el empleo. Esta realidad afecta al 16,4% de las familias.

Trabajar por lo que es justo

La cara positiva de la moneda es 15.368 personas consiguieron un trabajo en 2019 gracias al programa de empleo de Cáritas, según recoge en el informe presentado.

En este programa participaron 78.976 personas, por lo que casi el 20% logró encontrar un trabajo. El perfil predominante de las personas que participaron en el programa de empleo es el de mujer, de procedencia española, de más de 45 años y con estudios básicos.

Además de apoyar a las personas para que encuentren un puesto de trabajo en el mercado laboral, en Cáritas también se promueven iniciativas capaces de generar empleo a través de las empresas de inserción. Son iniciativas sin ánimo de lucro donde más de la mitad de los trabajadores son empleos de inserción.

Así, en 2019 Cáritas realizó 1.057 acciones formativas, por las que pasaron 16.276 personas; 29.755 personas fueron atendidas por los servicios de intermediación laboral y 689 personas participaron en acciones de autoempleo.

Aprovechando la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, Natalia Peiro apostó en su intervención por “una economía que ponga a la persona en el centro como condición indispensable para avanzar en el horizonte del trabajo decente”.

“Proteger el derecho al trabajo decente precisa de un cambio de paradigma, pensar el trabajo desde las personas y no desde la dimensión puramente productiva y económica. Una sociedad que promueva el derecho al trabajo decente tendrá que plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo”, aseguró.

Se puede ampliar información sobre el informe de Cáritas y el estudio FOESSA desde este ENLACE

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