Marcando la X solidaria más de 10.000 mayores en situación de dificultad se benefician de los programas de atención y asistencia

La  X solidaria financia “Programas de Voluntariado Social”, “Servicio de atención a domicilio”, “Comidas a personas sin recursos en Cádiz”, “Programa Cuidarelax”, dirigido a familiares de personas mayores dependientes, programas de domotización de hogares “Contigo en Casa” y equipamiento, mantenimiento y obras de Centros Gerontológicos.

Gracias a la contribución de muchas personas que decidieron que se destinara un 0,7% de su declaración de la renta a Fines Sociales, la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) ha atendido durante el año 2010 a más de 10.000 personas mayores en los ocho programas financiados con la recaudación de esta casilla. Así, la X Solidaria financia el “Programa de Voluntariado Social”, el “Servicio de Atención a Domicilio”, el programa de “Comidas a personas sin recursos en Cádiz“, el programa de apoyo al cuidador “Cuidarelax”, el programa de domotización de hogares “Contigo en Casa”, y se financian el equipamiento, mantenimiento y obras del Centro Gerontológico La Milagrosa, Centro de Día de Hoyo de Pinares y la Residencia de La Puebla de Alfinden.

Uno de los últimos programas puestos en marcha es Cuidarelax, un programa de apoyo y respiro a cuidadores de personas mayores dependientes que está teniendo gran aceptación por parte de los usuarios, como es el caso de Gemma Latorre, de 42 años que junto a su padre de 77 años, cuida de su madre de 78 años enferma de alzheimer. “La experiencia ha sido totalmente positiva, especialmente para mi padre que se integró perfectamente con el grupo. Lo mejor para mí fue el hacer `terapia de grupo´, poder hablar, y ver que no estas solo en esta situación, sino que hay más gente como tú e incluso que lo están pasando peor”.

Otro de los asistentes fue Angel Herráiz, 60 años que se ocupa de cuidar de su madre de 88 años desde hace diez. Angel está casado y tiene tres hijos en estos momentos está en paro y dedica todo su tiempo al cuidado de su madre “lo peor es la perdida de libertad. Toda tu vida tienes que planificarla en torno a atenderla a ella, a llevarla al medico y a que no esté sola en ningún momento. Por eso fue un descanso poder participar en el programa, fueron días de desconexión para mi mujer y para mí, a la vez que aprendimos nuevas técnicas para rebajar el stress”.

El 83,5% de las personas mayores dependientes están atendidas por familiares; de ellas la mayoría son mujeres. Los  conflictos en la familia, la dificultad de compatibilizar trabajo y cuidado del mayor (el 50% de los cuidadores en España no pueden plantearse trabajar, han abandonado su trabajo o han reducido su jornada laboral); la reducción o incluso la desaparición del tiempo libre, lo que puede llevar al aislamiento social del cuidador y secuelas en la salud, son los principales problemas a los que tiene que enfrentarse el cuidador.

El cansancio y el deterioro físico no son una sensación, aparecen realmente. Hay que tener en cuenta que la edad media de los cuidadores principales es de 52 años y que un 20 % son mayores de 65 años. Además la experiencia de cuidar, día a día, a una persona mayor dependiente puede acarrear asimismo consecuencias psicológicas negativas como la tristeza, desesperación, indefensión y la desesperanza, aparecen también los primeros síntomas de depresión.

De ahí la importancia del desarrollo de este programa, ya que permite a los asistentes disfrutar de tiempo libre, relajarse, intercambiar experiencias y recobrar el sentido de la labor que están haciendo. No hay que olvidar que no todos los cambios son negativos, a pesar de las dificultades y la dura situación, el cuidado de una persona mayor dependiente puede resultar una experiencia muy satisfactoria. En ocasiones los cuidadores descubren que poseen unas cualidades que hasta entonces no conocían y no son pocos los que manifiestan haber “crecido” como personas después de enfrentarse a situaciones muy dolorosas, por alguien al que además quieren.

Por último, el programa ofrece apoyo psicológico individual, tanto por vía telefónica como personalmente y sesiones formativas para ampliar conocimientos acerca del autocuidado y el cuidado a personas mayores dependientes a lo largo de todo el año.