Luciano Poyato: “Vislumbramos un futuro incierto en la pervivencia de la acción social en España”
Entrevista publicada en www.cermi.es
Alrededor de 900.000 personas en España dedican parte de su tiempo libre a ayudar a los desmás. Luciano Poyato, presidente de la Plataforma del Voluntariado de España (PVE), es la cara visible de este grupo social, que afronta con “un futuro incierto” la situación de este grupo social. Afirma que la discapacidad está siempre presente en sus líneas de trabajo.
¿Cómo afecta la actual crisis económica al papel del voluntariado en España?
La crisis nos está afectando en varios aspectos. Por una parte, ha aumentado el número de personas desempleadas y prejubiladas que antes tenían interés por el voluntariado, pero no disponían de tiempo y ahora tienen mayor flexibilidad de horarios.
Por otra parte, la crisis está motivando que las entidades del Tercer Sector tengan que atender una demanda mucho mayor, desde personas que han perdido sus casas pasando por familias que tienen necesidad diaria de alimentos, hasta problemas de alcohol y drogas. El incremento de personas beneficiarias está provocando en muchos casos que sobre las organizaciones recaiga, demasiadas veces, todo el peso de la acción social. A ello hay que añadir los retrasos en la financiación de programas, una situación cada vez más habitual que ahoga a las organizaciones. Este panorama nos hace vislumbrar un futuro incierto en lo que se refiere a la pervivencia de la acción social en nuestro país y, en consecuencia, al futuro del Tercer Sector.
¿Ha cambiado el voluntariado su perfil?
En algunos aspectos no ha cambiado. Por ejemplo, el voluntariado sigue siendo en su mayoría femenino, casi un 63% del total son mujeres, y, por otra parte, la edad media del voluntario o voluntaria está en 35 años. En cuanto al promedio de tiempo que dedican, estaría alrededor de cinco horas semanales. La novedad es que ha aumentado el número de personas mayores que desean poner su experiencia profesional y vital al servicio de los demás. Hacer visible este nuevo perfil de voluntariado de mayores es muy interesante porque su aportación resulta muy valiosa.
También hay que destacar la irrupción de un voluntariado estrechamente ligado a las tecnologías de la información. Por ejemplo, el cibervoluntariado que se vale de las nuevas herramientas para reducir la brecha digital.
¿Es un buen momento para profesionalizar el sector, para que dependa menos de las ayudas de las administraciones públicas?
Profesionalizar el sector no tiene que ver con la dependencia de ayudas públicas, sino con aumentar la calidad de los servicios que se prestan. Para ello, es necesario formar a nuestro voluntariado eficazmente, capacitar a quienes se dedican a la acción voluntaria con el propósito de que proporcionen la atención más adecuada a las personas beneficiarias.
Lo que está claro es que si los fondos públicos disminuyen y, sin embargo, hay una demanda social que, lejos de disminuir, va en aumento, habrá que buscar otras fuentes de financiación para poder atender todas estas necesidades.
