La diversidad sexual de las mujeres, asignatura pendiente en los centros sanitarios
“Cada orientación sexual requiere precauciones y cuidados diferentes. Y los profesionales sanitarios deberían estar cualificados para responder a nuestras preguntas y necesidades en materia de salud y prevención. Al igual que responden a las personas con prácticas heterosexuales”.
Es la reivindicación que realiza la vocal de políticas identitarias de FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales), Paula Iglesias, en el marco del Día Europeo de la Salud Sexual, conmemorado el 14 de febrero.
Y es que, según denuncia la federación, la salud sexual de las mujeres lesbianas, trans o bisexuales está en riesgo. Sufren mayores niveles de desprotección en relación a su salud sexual debido a la falta de información y de formación (y a veces sensibilización) del personal sanitario con respecto a su realidad.
Pero además, inciden en la dificultad “que tenemos para conseguir barreras de latex, preservativos femeninos u otros métodos de prevención de infecciones de transmisión sexual orientados a las mujeres cis lesbianas y bisexuales”.
Asimismo alertan de la escasa percepción de riesgo que existe sobre enfermedades como el virus del papiloma humano (VPH), la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis, que se contagian en las relaciones sexuales entre mujeres si no se toman las medidas de precaución adecuadas. El contacto sexual entre mujeres también es una posible forma de contraer el VIH.
En las consultas ginecológicas parece que se da por supuesto la heterosexualidad de las pacientes. Por ello, FELGTB reivindica la creación de un protocolo sanitario que dé respuesta a las necesidades de las mujeres LTB en materia de salud sexual. Que se atienda a sus especificidades según su orientación sexual y su corporalidad. Porque “en la mayoría de los casos no se sabe dar respuesta a las demandas específicas de las mujeres lesbianas. Ni de las bisexuales, que tampoco son las mismas”.
