“Hacer voluntariado te permite conocer diversas realidades”

Rafael, ¿qué te hizo involucrarte en la acción voluntaria?

Un grupo de jóvenes de mi barrio estaban haciendo el catecismo de la confirmación se dieron cuenta de que el catolicismo no se hace en ningún templo, sino en la calle. En aquella época, finales de los 80, Sevilla tenía unos índices de drogadicción enormes así que trataron de aportar su granito de arena en la causa y fuimos varios los que nos unimos en la creación de la asociación.  

Comenzasteis la labor voluntaria desde cero, ¿cómo fueron los inicios?

Pues en aquella época ninguno teníamos conocimientos sobre qué era un voluntariado, cómo se creaba una entidad social y por descontado, tampoco conocíamos realmente cuál es la situación de las personas con adicciones. Nos ayudó un psicólogo que conocíamos y que trabajaba en terapias drogodependientes, con su ayuda, consejos y formación comenzamos la andadura.

¿Y cómo ha sido el desarrollo de la asociación a lo largo de estos treinta años?

Hemos evolucionado al ritmo de la sociedad, comenzamos siendo una asociación dedicada a la prevención del consumo de drogas pero con el paso de los meses fuimos viendo que venían a pedirnos ayuda personas que ya habían desarrollado una adicción, así que cambiamos nuestra labor y también comenzamos a atender a drogodependientes. Hay que tener en cuenta que las conductas adictivas no aparecen solas, vienen de situaciones de exclusión, de pobreza, en ocasiones de trastornos psicológico, etc. en estos años hemos sido capaces de observar las situaciones y a raíz de ello, ampliar nuestro área de actuación.

¿De qué manera incidió la crisis económica de los últimos años en la actuación de Elige la Vida?

El conjunto de la ciudadanía se vio afectado por el aumento del paro y el descenso del bienestar, pero en los escalones más bajos de nuestra sociedad este descenso brutal. La cuota de personas sin hogar a las que atendemos creció de forma exponencial, de hecho actualmente el ratio de personas drogodependientes es menor que el de sin hogar.

Concretamente, ¿en qué cosiste vuestra labor, cómo apoyáis a las personas que acuden a pedir ayuda?

Nosotros tenemos las puertas abiertas para recibir a quien crea que necesita de nuestra atención. El único requisito que pedimos es un nombre para dirigirnos a esa persona; a partir de ahí comenzamos un proceso de conoceimiento, buscamos establecer unos lazos de confianza que nos permitan conocer cuáles son las necesidades y poder trabajar con unas metas establecidas, siempre de menos a más. Aparte de eso disponemos de servicios de ducha, de telefonía, taquillas en las que guardar sus enseres, desayuno diario, etc

¿Y qué resultados os encontráis con vuestro trabajo? ¿Es muy difícil revertir situaciones de drogadicción?

Hay que tener en cuenta que quien genera una adicción la va a arrastrar el resto de su vida. Lo que nosotros pretendemos no es erradicar las adicciones ni mucho menos las drogas, en lo que trabajamos es en controlar la relación de las personas con las sustancias. Aprender a convivir con estas adicciones es posible, lo que resulta más complicado es la reinserción de estas personas a la sociedad, eso es algo mucho más complejo y difícil.

¿Cómo de injusta es la sociedad en la que vivimos?

Todos somos injustos con nosotros mismos, nos creemos que no depende de nosotros vivir en una sociedad mejor y claro que depende. Si yo no ayudo a que otro mejore estoy lastrando mis posibilidades de vivir bien.

¿Qué has aprendido o cambiado en tu experiencia como voluntario?

Lo primero de todo tengo que decir que yo no soy voluntario, me considero un militante por una vida mejor. Al margen de esto, Elige la vida me ha acercado a una realidad mala, porque ves cosas que no te imaginas que puedan suceder y suceden, pero también te acercas a una realidad buena que es la de conocer la diversidad. Si hay una cosa que me ha quedado clara con mi voluntariado, es que conocer a fondo los problemas es la única manera que existe implicarte en solucionarlos.