Mar Amate, directora de las Plataforma del Voluntariado de España

“El reto es mantener a quienes se han acercado al voluntariado en esta pandemia”

El Voluntariado ha sido esencial en los momentos más duros de la pandemia y lo seguirá siendo. Las organizaciones han sabido reaccionar y dar más con menos para atender las necesidades sociales .

La acción voluntaria deberá reinventarse para seguir siendo un claro referente de la solidaridad.

 En Entrevistas, PVE
Mar Amate, directora de la Plataforma del Voluntariado de España. /FOTO Leo Cobo
POR LAURA MONTALVO

De todo ello hablamos con Mar Amate, directora de la Plataforma del Voluntariado de España. Psicóloga de formación, intérprete de lengua de signos, voluntaria. Mujer comprometida con la necesidad de cambiar el mundo y convencida de que lo social será clave en la transformación. Y de esa transformación se hablará mucho en el próximo evento que celebrará la PVE en este mes de octubre: la Escuela de otoño del Voluntariado.

Este año la PVE celebra 25 años de Escuela de otoño, un evento más que consolidado

Sí, es un espacio bastante asentado. El voluntariado siempre necesita tener espacios de encuentro, de aprendizaje, de mejora y espacios de innovación e intercambio de experiencias. La escuela reúne a personas de todo el Estado y es la oportunidad que tenemos una vez al año de conocer qué se hace en otras partes, poner en común la experiencia y ver de qué manera podemos mejorar nuestra acción y la intervención que hacemos con las personas.

¿Qué tiene de especial la cita este año?

Este año coinciden varia cuestiones: se cumplen 25 años de Escuela de Otoño y coincide que estamos atravesando una pandemia que nos hace asumir nuevos retos de actuación, incluso a reinventar el formato del encuentro. A pesar de que no podemos reunirnos personas de distintas provincias en el mismo espacio físico, no queremos renunciar a celebrar la Escuela. Hemos tenido que recurrir a un formato online e intentaremos mantener el calor, la cordialidad y la cohesión de esos espacios de cercanía, esta vez a través de la red. El idioma será el único límite, en esta ocasión, para la participación de quienes estén interesados en el voluntariado.

El lema es ‘Por un voluntariado de puertas abiertas”, también se reinventa la escuela en ese sentido…

Por supuesto. Debemos tener en cuenta que al tener que desplazarnos para participar en un espacio físico como hemos venido haciendo estos 24 años anteriores tenemos una limitación, pero este año la escuela es virtual, lo que permite que todas aquellas personas que hagan voluntariado o estén interesadas en el voluntariado puedan asistir a talleres, a conferencias y todas las actividades.  La escuela de este año acoge más que nunca.

¿Qué se van a encontrar quienes se inscriban este año?

Vamos a ofrecer diferentes espacios de participación: habrá mesas de experiencias, en las que podremos conocer los relatos de diferentes personas y entidades durante la pandemia; tendremos conferencias, diálogos con personas relevantes que nos aporten el marco teórico conceptual y talleres donde, a través de una experiencia vivencial, la gente se lleve otro aprendizaje.

¿Y en cuanto a contenidos?

Trataremos principalmente tres temas importantes que se han puesto de manifiesto durante la pandemia del COVID 19. Por un lado, la tecnología, que ha irrumpido en el voluntariado por la puerta grande, tanto para hacer voluntariado como para su gestión y coordinación.  Por otro lado, el liderazgo;  cómo las entidades han tenido que liderar una intervención social cuando nada estaba planificado.

Si recordamos, en los primeros momentos del confinamiento todo estaba prohibido y las organizaciones tuvieron que tirar para adelante y tomar las riendas para, por ejemplo, llevar alimentos, hacer compañía a otras personas que estaban solas, ayudar a menores con sus deberes… Las personas voluntarias han tenido que liderar nuevas acciones de voluntariado según iban surgiendo. No olvidemos que la acción voluntaria tiene un espíritu de transformación social y la transformación social no se puede hacer más que proponiendo, cambiando y liderando.

Y el tercer bloque de contenidos serán los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Antes de esta pandemia estábamos muy centrados en ver cómo el voluntariado podía contribuir a cumplir estos objetivos. Ahora, en esta situación de crisis,  no podemos perder de vista esos ODS. Muchas de las cosas que estamos haciendo tenemos que reenfocarlas a su cumplimiento. Ahora más que nunca se hacen necesarias intervenciones más globales,  así podremos seguir adelante como civilización o incluso como especie.

Con esta crisis, ¿Cambiará la forma de cumplir las metas de esa Agenda 2030?

Sí, tenemos que reinventar la forma de cumplir los objetivos y metas.  Por ejemplo, cuando nos estábamos concienciando en los supermercados de no consumir bolsas de plástico, de repente nos vemos obligados a usar  guantes y mascarillas para evitar contagios . Tenemos que ver cómo cumplir con todo. En la educación, se ha puesto de manifiesto la desigualdad, también la hemos visto en las colas del hambre… Tenemos que reinventar la forma de cumplir los ODS con esta nueva realidad que tenemos.

 ¿Cómo se ha trabajado desde el voluntariado durante la pandemia?

Con mucha creatividad y muchas ganas. Los primeros días,  el sector social, se quedó fuera de los servicios esenciales. Tuvimos que pelear y defender que, aunque estábamos ante una crisis sanitaria, teníamos que valorar qué problemas sociales acarreaba. Por ejemplo, el aislamiento para personas mayores, personas con discapacidad, el tema de la soledad no deseada se ha puesto más que nunca en evidencia. El voluntariado al principio no tuvo apoyos, pero sí hubo una movilización muy grande de todas las organizaciones y una coordinación para poner encima de la mesa de la agenda del Gobierno todas las necesidades que se estaban detectando.

Se hizo esencial, por el tema de acción social, pero ha habido muchas necesidades, por ejemplo, para las actuaciones que requerían contacto con las personas se necesitaron equipos de protección y hubo muchos problemas.

La acción voluntaria ha salido adelante con mucha vocación de salvar la situación. Y luego ha habido otra parte de reinvención, con los trabajos en red, con la utilización de las tecnologías como apoyo. Estoy segura de que si comparamos lo que hacíamos el 20 de marzo con lo que seamos capaces de hacer el 30 de octubre seguramente nos sorprenderemos, porque sabemos utilizar muchas más herramientas y llegar a la gente. Ha sido muy importante la cooperación y trabajar dentro de las redes, ha habido muchas ganas de colaborar.

¿Gracias al voluntariado se ha podido afrontar de otra forma esta pandemia?

Yo creo que sí. Gracias al voluntariado hay muchas personas que lo han pasado menos mal. Todas estas personas que estaban encerradas en casa, por ejemplo. No solo las personas mayores, sino personas enfermas que no tenían a nadie cercano que pudiera llevarle comida o medicamentos. Ahí ha habido que organizarse a través de las entidades y también está habiendo muchas personas que no han hecho nunca voluntariado y lo están haciendo.

Según nuestros datos hay alrededor de un millón y medio de personas más que ejercen voluntariado que hace un año, que se han puesto manos a la obra en este momento a través de las propias comunidades. Creo que se ha puesto muy en valor en esta crisis cómo en los barrios hemos sido capaces de organizarnos para atender las demandas de nuestros vecinos y vecinas. Todas esas personas habrían salido muchísimo peor. Una de las derivadas tener en cuenta de esta situación son los problemas de salud mental. Aún no se han medido los efectos del aislamiento, de la soledad. Estamos viendo cómo ese criterio tan sanitario que hizo por ejemplo cerrar las residencias de mayores ha afectado mucho a las personas por no poder ver a sus familias. Habrá que actuar también.

La solidaridad ¿se aprende o se nace con ella?

Como todo en la vida hay un poco de las dos, hay un poquito de nacimiento y otro de aprendizaje. Los estudios del Observatorio del voluntario ponen de manifiesto que las personas jóvenes empiezan el voluntariado porque lo han visto en sus casas o les animan en la escuela. Yo creo que el voluntariado tiene gran parte de aprendizaje, se puede aprender la solidaridad igual que a comportarte en la mesa o las matemáticas. La acción solidaria también es algo que hay que practicar. De hecho, la ley del Voluntariado recoge la importancia de dar esos aprendizajes y facilidades para que la juventud se acerque al voluntariado y se conviertan en adultos más solidarios.

¿Cree que se podrá mantener en el tiempo esta ola de solidaridad que nos ha dejado el Covid-19?

El reto de las organizaciones es mantener a quienes se han acercado al voluntariado estos meses. Pero habrá otras personas que han visto su momento de participar ante una situación concreta y, posiblemente se queden más concienciadas y colaboren de otras maneras pero no con voluntariado, y no pasa nada. Pero sí tenemos el reto de mantener a ese millón y medio de personas que antes no había ejercido la solidaridad y darles algo que les motive.

Las organizaciones debemos salir un poco de nuestros programa, ver qué les interesa a estas personas y adaptarnos para que se queden. Y otra cuestión que tenemos que trabajar es acercarnos a las redes comunitarias que surgieron por la pandemia. Las entidades que están a pie de calle están en los barrios, y a veces trabajan a espaldas de otros recursos o grupos más o menos organizados. La crisis nos ha permitido mantener contactos y si logramos que las personas con las que trabajamos pueden interrelacionarse y beneficiarse de otros recursos o asociaciones de su entorno, eso también aumentará que el voluntariado crezca.

Se habla de una segunda ola del coronavirus, ¿Qué les diría a quienes no se decidieron a colaborar o hacer voluntariado hace unos meses?

Les diría que se animen a participar, en la primera ola hemos aprendido mucho, pero hay mucho por hacer. Todas las manos son necesarias, y si no saben por dónde empezar, pueden hacerlo a través de VOLUNCLOUD, la herramienta de la Plataforma del Voluntariado de España que conecta las necesidades con las ofertas de voluntariado. Voluncloud conecta toda esa red de solidaridad que conforma el voluntariado.

Seguro que en algún momento encuentran una causa que les motive y que les llame al corazón para poder participar y colaborar.

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