Comunicado de Accem en el Día Internacional del Migrante
En el Día Internacional del Migrante, que se conmemora el 18 de diciembre, desde Accem queremos alzar nuestra voz para denunciar la terrible tragedia que vivimos de forma permanente y cotidiana en las fronteras europeas y de la que son víctimas las miles de personas que intentan alcanzar el territorio europeo en busca de una vida mejor.
En este año que termina, más de 400 personas fallecieron en sólo dos naufragios ocurridos frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa y Malta en el pasado mes de octubre.
En ese mismo mes fueron hallados los cadáveres de más de 100 migrantes que habían muerto de sed en el desierto del Teneré, cuando se dirigían hacia Argelia en su ruta a través de Níger en busca del sueño europeo.
En abril, frente a las costas marroquíes de Alhucemas, al menos once personas murieron al naufragar la embarcación en la que trataban de dirigirse a España.
El Mar Egeo ha visto cómo al menos 150 personas han muerto entre agosto de 2012 y diciembre de 2013 cuando intentaban alcanzar Grecia y, así, Europa.
El proyecto Fortress Europe contabiliza la muerte de 19.144 personas en las fronteras europeas desde 1988 hasta el 1 de octubre de este año, únicamente a partir de lo aparecido en prensa.
Esta vez, en el Día Internacional del Migrante, en Accem hemos decidido centrarnos en un único pero trascendental punto: la Unión Europea debe asumir de una vez por todas la gestión de sus fronteras externas desde una perspectiva de derechos humanos en la que prime la protección de la vida de las personas.
De no ser así, la historia juzgará a los responsables de una tragedia que ha convertido la frontera de la Unión Europea en un enorme cementerio.
En estos días, al tiempo que se conmemoran los 65 años de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el mundo despide a Nelson Mandela, uno de los principales iconos en esta lucha, las balsas de juguete a bordo de las cuales las personas migrantes intentan navegar las peligrosas aguas del Estrecho y las lesivas cuchillas que tratan de impedir su paso en la valla de Melilla, son los siniestros símbolos que mejor representan la política de fronteras de la UE y su mirada sobre la mayoritaria población empobrecida del planeta.
Hoy, desde Accem, alzamos la voz para decir: ¡NO EN NUESTRO NOMBRE!
