“Si alguien necesita el apoyo del voluntariado es una persona privada de libertad”

 En Archivo, PVE

¿Cuánto lleva Calidad de vida trabajando con uno de los colectivos más excluidos de nuestra sociedad: la población reclusa con problemas de adicciones?

La asociación trabaja desde finales de los 80. Surge de un movimiento social que se crea cuando se produce el boom de la heroína y de la droga. En ese momento no hay recursos para atender a las personas afectadas. Así que las familias, los padres y las madres, se organizaron en una especie de voluntariado para buscar respuestas y soluciones. En concreto, con la población reclusa empezamos a trabajar en el año 2010, a través de un programa dentro del centro penitenciario de Las Palmas.

¿Qué valor tiene el voluntariado para su asociación?

El voluntariado es muy importante y, a la vez, muy complicado. No ha sido y no es fácil trabajar en un ámbito cerrado que se reconoce como un mundo aparte, donde las normas y la visión de la vida son diferentes a la que podemos tener las personas que estamos en libertad. El voluntariado en cualquier sector es valioso pero en este caso creo que tiene un plus añadido. Es una forma de realizarse, de devolver muchas cosas a la sociedad; cosas que antes se nos han ofrecido.

¿Qué significa este premio para ustedes?

La Medalla al Mérito Social Penitenciario es una condecoración que se concede con motivo de la festividad del día de la Merced a personas y organizaciones que realizan una labor que se considera relevante en éste ámbito a nivel estatal. Hay muchas entidades que llevan una trayectoria muy superior a la nuestra y no les han concedido este premio, por eso lo valoramos desde el punto de vista simbólico como un reconocimiento no solo a la labor de Calidad de Vida, sino a la de muchas otras organizaciones del tercer sector que trabajan sin ánimo de lucro en el ámbito penitenciario.

¿Cuáles son los principales programas que desarrollan en prisión?

En Las Palmas hay dos prisiones. Nosotros trabajamos en la más antigua, Las Palmas 1, donde todos los internos son varones. Desde el año 2010 hemos empezado a trabajar en varios módulos con distintos colectivos. Hemos atendido un promedio de 180 a 190 personas al año. Con ellas,  desarrollamos el proyecto Plataforma. Lo denominamos así porque pretendemos que el trabajo que hacemos en prisión permita a los internos preparar las condiciones necesarias para el día que recuperen la libertad, que realicen una buena transición de la cárcel a la sociedad y dejen atrás sus problemas de adicciones.

¿Cuál es la relación entre las adicciones y la población reclusa?

Tratar las adicciones en las prisiones es una necesidad. En la mayor parte de los casos (un 80% o 90%) las adiciones son la causa por la que las personas ingresan en prisión, ya sea por consumo o tráfico. Aparte, las adicciones suelen estar muy vinculadas a la comisión de delitos. Es importante aclarar que cuando hablamos de trabajar las adicciones no solamente nos referimos al consumo de sustancias, también hablamos de otro tipo de problemáticas; laborales, familiares, de vivienda, etc.  Es un problema muy complejo por lo que cuando trabajamos con una persona que tiene problema de adicción, estamos interviniendo en diversas facetas de su vida para preparar ese reingreso a la sociedad, que el tiempo en prisión no se considere perdido.

¿Qué labor desempeñan las personas voluntarias en este entorno?      

Tenemos un equipo terapéutico formado por profesionales de la psicología, trabajo social, psicopedagogía y abogacía. La persona voluntaria interviene en cualquiera de esas áreas participando en talleres y actividades de distinta naturaleza.

¿Qué tipo de personas conforman el voluntariado de la entidad?

Normalmente suelen ser mujeres. La intervención del hombre es bastante escasa. El perfil suele ser el de una mujer de entre 40 y 50 años aproximadamente. Generalmente, familiares directas de los internos.

El voluntariado con personas en riesgo de exclusión es uno de los menos demandados ¿qué incentivo puede encontrar en este entorno alguien que quiera empezar?

Siempre decimos que si creen que las personas que viven en libertad tienen problemas, los que están en prisión tienen más. Los internos están privados de libertad, tienen muchas necesidades y no pueden acceder a casi nada. A veces, ni siquiera a la posibilidad de contactar con un familiar… yo les diría que si de verdad quieren ayudar a alguien que lo necesita, éste es el sitio.  Si alguien necesita el voluntariado es una persona privada de libertad.

 

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