HACEMOS VOLUNTARIADO

 En Archivo, Nuestras Entidades

Elisa González: “Hay días en que el cansancio te afecta”

Elisa González es voluntaria y tiene 23 años. Empezó con la solidaridad en AFANDEM, un centro de Madrid especializado en la atención a personas con discapacidad, porque llevaba un año en paro y quería,  ” hacer algo, poder ayudar”.  Su tarea consistía en acompañar a personas con discapacidad intelectual en salidas y actividades de ocio y tiempo libre, se ocupaba de ayudarles a socializarse y a reforzar la independencia… Y así se enganchó.  Ahora tiene trabajo, bastante más lío y apenas le queda tiempo para nada pero no piensa dejar el voluntariado porque, “cuando estoy con ellos me olvido de todo lo demás”.

1.  ¿Recuerdas el momento en que decidiste hacer voluntariado?

 Si lo recuerdo, fue cuando ya no sabía qué hacer, una amiga mía que también es voluntaria, me dijo que porqué no me animaba y  decidí acercarme a un Centro de voluntariado de mi localidad, AFANDEM

2. ¿Por qué te decidiste por este área?

Porque ya conocía algo de la entidad,  sabía dónde se encontraba y, además,  una vecina mía que trabaja en uno de sus centros fue quien me animó.

3. Lo mejor de lo que haces

Creo que lo que mejor de lo que hago es poner límites a estos chicos. Al ser un poquito más dura que sus padres les ayudo también a que intenten hacer las cosas por sí mismos, a que vean que pueden hacerlo.

4. ¿ Y lo que más te cuesta?

La verdad es que no hay muchas cosas que me cuesten, intento hacerlo con todas mis ganas, aunque sí hay veces que el cansancio te afecta…pero eso se puede superar.

5. Una experiencia inolvidable

Tengo muchas experiencias inolvidables, pero si tuviera que destacar alguna sería el día que vinimos de una actividad en Segovia que duró el fin de semana entero… recuerdo que todos me escribieron en un cuaderno lo mucho que me querían.

6. ¿Alguna que prefieras olvidar?

No quiero olvidar ninguna.  Por supuesto, hay  momentos en que te ves más apurado pero al recordarlos siempre sacas una sonrisa. Los momentos “malos” me ayudan a afrontar situaciones similares del día a día y así puedes proponer a los chicos nuevos objetivos.

7. ¿Qué has descubierto sobre las personas a las que atiendes?

He descubierto que son personas con una gran capacidad de superación, de querer hacer las cosas por ellos mismos. Lo que desean es dar cariño y también recibirlo.

8. ¿Cómo crees que podría mejorar la situación de este colectivo?

Se puede ayudar de muchas maneras.  Se necesitan más pisos y más centros donde les den a estas personas un asesoramiento completo y personal para que puedan llegar a ser lo que desean en la vida, igual que cualquier otra persona.

9. ¿Las ONG saben fidelizar a su voluntariado?

En mi grupo, específicamente, sí. Tanto los trabajadores como los voluntarios somos una piña, salimos a tomar algo juntos y hablamos a diario, eso fortalece los vínculos de unión entre nosotros.

10. Una razón para hacer voluntariado

Hay muchas razones válidas. La mía es que en el momento en que los veo a todos dispuestos a pasárselo bien me centro en ellos y me olvido de lo demás. Al terminar cada actividad me siento muy bien por estar con ellos. Es una sensación que te hace ver que puedes hacer feliz a alguien solo con un poco de tiempo y esfuerzo. Y eso es magnífico, lo aseguro.

Últimas Noticias

HACEMOS VOLUNTARIADO

 En Archivo, PVE

Elisa González: “los momentos malos me ayudan a afrontar el día a día”

Elisa González es voluntaria y tiene 23 años. Empezó con la solidaridad en AFANDEM, un centro de Madrid especializado en la atención a personas con discapacidad, porque llevaba un año en paro y quería,  ” hacer algo, poder ayudar”.  Su tarea consistía en acompañar a personas con discapacidad intelectual en salidas y actividades de ocio y tiempo libre, se ocupaba de ayudarles a socializarse y a reforzar la independencia… Y así se enganchó.  Ahora tiene trabajo, bastante más lío y apenas le queda tiempo para nada pero no piensa dejar el voluntariado porque, “cuando estoy con ellos me olvido de todo lo demás”.

1.  ¿Recuerdas el momento en que decidiste hacer voluntariado?

 Si lo recuerdo, fue cuando ya no sabía qué hacer, una amiga mía que también es voluntaria, me dijo que porqué no me animaba y  decidí acercarme a un Centro de voluntariado de mi localidad, AFANDEM

2. ¿Por qué te decidiste por este área?

Porque ya conocía algo de la entidad,  sabía dónde se encontraba y, además,  una vecina mía que trabaja en uno de sus centros fue quien me animó.

3. Lo mejor de lo que haces

Creo que lo que mejor de lo que hago es poner límites a estos chicos. Al ser un poquito más dura que sus padres les ayudo también a que intenten hacer las cosas por sí mismos, a que vean que pueden hacerlo.

4. ¿ Y lo que más te cuesta?

La verdad es que no hay muchas cosas que me cuesten, intento hacerlo con todas mis ganas, aunque sí hay veces que el cansancio te afecta…pero eso se puede superar.

5. Una experiencia inolvidable

Tengo muchas experiencias inolvidables, pero si tuviera que destacar alguna sería el día que vinimos de una actividad en Segovia que duró el fin de semana entero… recuerdo que todos me escribieron en un cuaderno lo mucho que me querían.

6. ¿Alguna que prefieras olvidar?

No quiero olvidar ninguna.  Por supuesto, hay  momentos en que te ves más apurado pero al recordarlos siempre sacas una sonrisa. Los momentos “malos” me ayudan a afrontar situaciones similares del día a día y así puedes proponer a los chicos nuevos objetivos.

7. ¿Qué has descubierto sobre las personas a las que atiendes?

He descubierto que son personas con una gran capacidad de superación, de querer hacer las cosas por ellos mismos. Lo que desean es dar cariño y también recibirlo.

8. ¿Cómo crees que podría mejorar la situación de este colectivo?

Se puede ayudar de muchas maneras.  Se necesitan más pisos y más centros donde les den a estas personas un asesoramiento completo y personal para que puedan llegar a ser lo que desean en la vida, igual que cualquier otra persona.

9. ¿Las ONG saben fidelizar a su voluntariado?

En mi grupo, específicamente, sí. Tanto los trabajadores como los voluntarios somos una piña, salimos a tomar algo juntos y hablamos a diario, eso fortalece los vínculos de unión entre nosotros.

10. Una razón para hacer voluntariado

Hay muchas razones válidas. La mía es que en el momento en que los veo a todos dispuestos a pasárselo bien me centro en ellos y me olvido de lo demás. Al terminar cada actividad me siento muy bien por estar con ellos. Es una sensación que te hace ver que puedes hacer feliz a alguien solo con un poco de tiempo y esfuerzo. Y eso es magnífico, lo aseguro.

Últimas Noticias
Memory: 122.8984MB (24% of 512MB)